08/10/2024 |Artículos de opinión

Bruselas cambia el tono y el paso frente a la agricultura  

Juan Corbalán, director de la Delegación en Bruselas de Cooperativas Agro-alimentarias de España.

El 4 de septiembre la Presidencia de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, presentó el Informe final del llamado Dialogo Estratégico para el futuro de la agricultura europea. Este Diálogo fue anunciado por ella misma en su discurso de apertura del curso político en el Parlamento Europeo en septiembre del 2023 con el objetivo de reducir la polarización entre las posiciones de las organizaciones del sector agroalimentario y de las organizaciones medioambientalistas, especialmente durante el último mandato de la Comisión.  La Comisión se ha caracterizado en los últimos años por trasladar un mensaje de emergencia climática para justificar una transición ecológica de la producción y afirmando que la agricultura europea no era sostenible, que había que ir hacia un cambio de modelo radical y que la sostenibilidad principalmente era medioambiental (ni económica ni social).

La atmósfera generada por las iniciativas reglamentarias y las formas institucionales utilizadas por la Comisión fue aumentando la crispación en el sector, acentuada por la presión de las ONGs, a medida que se desarrollaban propuestas con impacto directo sobre las prácticas productivas, sin estudios de impacto, sin fondos añadidos para acometer estos importantes cambios y, en la mayoría de las ocasiones, sin escuchar al propio sector agrario.   Los conceptos de rentabilidad de los agricultores, cadena alimentaria, papel de la agricultura europea como suministrador de alimentos y competitividad fueron eliminadas del lenguaje institucional europeo.

Las masivas manifestaciones de agricultores por toda la UE mostraron la frustración de los que realmente viven de este sector y viendo que sus preocupaciones no eran atendidas, a pesar del trabajo crucial de abastecimiento de alimentos seguros y de calidad a la sociedad.

En este contexto, la Comisión Europea se dio cuenta, rectificó y la misma Presidenta  anunció este Diálogo con el objetivo de producir un informe consensuado con 29 organizaciones europeas implicadas en el sector, desde agricultores, cooperativas, industriales, ONGs y consumidores. Para que el ejercicio fuera fructífero la Comisión nombró al profesor Peter Stroshchneider presidente y coordinador de este ejercicio para intentar minimizar la polarización existente.

El Diálogo Estratégico inició sus trabajos en marzo y terminó en septiembre, celebrándose más de 100 reuniones entre los distintos grupos de trabajo y plenarios, un trabajo intenso donde la Comisión obligó a que los participantes fueran los máximos representantes de las organizaciones.

Las conclusiones del documento de orientaciones

Desde el punto de vista de los intereses de los agricultores y sus cooperativas, el documento ofrece luces y sombras como resultado de un diálogo entre partes muy diversas y en la búsqueda del consenso.

Estas son las principales conclusiones que recoge el documento consensuado:

  • Las organizaciones participantes en este ejercicio reconocen al sector agrario como estratégico y cuya principal función es la de suministrador de alimentos, identificando a la rentabilidad de los agricultores como elemento clave para poder cumplir con su función. Estos aspectos son retomados al más alto nivel político europeo después de pasar todo el mandato anterior de la Comisión Europea obviándolos y a veces negándolos. Por lo tanto, que este informe consenso traslade a la Comisión Europea el papel crucial de la agricultura europea es muy positivo, teniendo en cuenta de dónde venimos en las discusiones en el último mandato de la Comisión Europea.
  • Existe una necesidad de reforzar el papel de los agricultores en la cadena alimentaria, fundamental para conseguir que vivan dignamente de su trabajo. Se identifican y recomiendan medidas a la Comisión Europea tales como el fomento del cooperativismo, la prohibición de la venta a pérdidas, el refuerzo de la directiva sobre prácticas desleales y evitar fragmentar el mercado interior de la UE.
  • Tanto la Comisión como el documento reconocen que la deriva de imposición de los objetivos del Pacto Verde a través de propuestas legislativas impuestas “desde arriba” sin contar con los afectados no es el camino correcto. El informe no habla de nueva normativa, ni de objetivos a realizar en materia agraria (como sí lo hizo en las distintas propuestas legislativas en anterior mandato), sino que indica que hay que reforzar la implementación de la legislación existente y reducir la carga administrativa a los agricultores. Por tanto, propone un cambio de enfoque (o debería haber) en la elaboración de la próxima normativa que afecte a la agricultura donde se espera que se cuente más con los afectados, agricultores y resto de sector agrario.
  • Sobre la PAC, muchas de las organizaciones presentes tenían como máxima prioridad que el informe mencionara la necesidad de eliminar los pagos directos posición maximalista `para algunos incluso hasta la última reunion de este Dialogo. Finalmente, y después de un trabajo arduo de las organizaciones agrarias no se menciona la eliminación de los pagos directos, pero, sin embargo, se acordó que el apoyo de dichos pagos fueran a los agricultores que más lo necesitaran. Este concepto puede ser leído de distintas maneras, pero lo que es una realidad es que en el contexto actual donde será difícil tener un mayor presupuesto para la agricultura (por la aparición de prioridades como defensa, apoyo a Ucrania y la negativa de varios Estados miembros de aumentar el presupuesto europeo) habrá que pensar en una forma de asignación del presupuesto de la PAC más eficiente y justificable de cara a la sociedad si se quiere mantener como mínimo un apoyo de 300.000 millones de euros para la agricultura europea como hasta ahora. Además, la más que posible adhesión de Ucrania hace que haya que repensar la forma de concesión del presupuesto PAC (según documentos internos del Consejo con la situación actual Ucrania se llevaría más del 18% del presupuesto actual de la PAC). Por lo tanto, pensar una forma de conceder el presupuesto PAC y aumentar la inversión en el mismo para mantener su competitividad es necesario donde la vía de las organizaciones de productores (sistema como frutas y hortalizas emerge con fuerza).
  • El documento pide más presupuesto para los agricultores. Apoya un presupuesto dedicado a la PAC y un fondo de transición para abordar el cambio de modelo productivo. Esto, que parece obvio, no lo es debido a que la Comisión ha presentado muchas propuestas legislativas en el anterior mandato con obligaciones para los agricultores, pero sin presupuesto añadido para incentivar las mismas. Además, dentro de la Comisión ya hay voces que piden eliminar los fondos específicos del presupuesto europeo y que todo venga del mismo “cajón”, algo muy negativo para la PAC. Por tanto, que agricultores, cooperativas, ONGs etc pidan de forma unánime un presupuesto específico para la PAC y un fondo añadido para los agricultores es positivo y da un claro mensaje a las instituciones y a los Estados Miembros sobre la importancia de la agricultura. Además, se pide al Banco Europeo de Inversiones que dedique más recursos y presupuesto al sector agrario.
  • Jóvenes. El texto apoya de forma decidida medidas específicas para fomentar el relevo generacional. Este es uno de los principales problemas de la agricultura europea y la incorporación de jóvenes es fundamental para el futuro del sector.
  • Política comercial. Una de las principales reivindicaciones del sector agrario mostrada en las manifestaciones de los agricultores en estos meses ha sido la petición de reciprocidad en los intercambios comerciales de terceros países bajo lo que se conoce como cláusulas espejo. Las instituciones europeas admiten que ha que tener una  reflexión de la política comercial europea y que quizás nos hemos pasado de frenada en la apertura comercial pensando fundamentalmente en la supresión de aranceles.  La importación de productos agrarios que no cumplen las normas europeas hace que se merme la competitividad de los agricultores europeos y, además, se confunda al consumidor. Por ello, el documento indica que debe haber una mayor coherencia entre la política comercial y las demás políticas europeas, reconocer el papel de la agricultura europea en las negociaciones comerciales, trabajar en los órganos internacionales en normativas globales de sostenibilidad y bienestar animal como las europeas. Esto ya supone un cambio de tono y supone que todos organizaciones agrarias,  ONGs y consumidores pidan que se tenga más en cuenta los intereses de la agricultura europea en las negociaciones comerciales, algo que, si vemos de los debates de donde venimos, es positivo.
  • Sostenibilidad: sobre este capítulo el Informe no pide más normativa, un logro en sí mismo teniendo en cuenta que la agricultura y la ganadería europea representan el 1% de las emisiones globales. En este apartado se pide que todos los actores de la cadena alimentaria contribuyan a la reducción de emisiones, fomentar las prácticas sostenibles con un presupuesto añadido fuera de la PAC e impulsar con incentivos y no con obligaciones.  Además en todo el documento se reconoce que la sostenibilidad no es sólo medioambiental sino también económica y social.
  • Las alusiones a la dieta y los hábitos de los consumidores ha sido un motivo de gran confrontación en los últimos años. Para muchas organizaciones el principal campo de batalla hasta el último día del debate de este foro ha sido  incluir una mención sobre la necesidad de reducir el consumo de productos animales. Finalmente, no se mencionó este aspecto, pero en aras del consenso se propuso el equilibrio en el consumo de dietas basadas en productos vegetales y el fomento de las dietas sostenibles. No obstante, el concepto de sostenibilidad, tanto medioambiental como de la salud no se menciona en el informe, indicando también el importante papel de los productos ganaderos en la dieta.
  • Papel especifico de la ganadería. Si hay un sector en el que ciertas organizaciones han batallado en contra estos últimos años ha sido la ganadería. Ha sido fruto de numerosos ataques en este mandato que termina. En este debate muchas de ellas intentaron incluir una reducción de la cabaña ganadera europea de entre un 20 y un 50% petición que lucharon para introducir hasta el último día del debate. Finalmente, y tras el arduo trabajo de trasladar la importancia de este sector por parte de las organizaciones agrarias principalmente COPA y COGECA, no se menciona ningún porcentaje de reducción en el informe, por el contrario, aparece un capítulo específico del sector ganadero, tanto a nivel económico como medioambiental.

Por tanto, el informe es importante por lo que dice y por lo que no dice.

Papel crucial de las cooperativas agroalimentarias

Es necesario mencionar que el documento hace una especial mención a las cooperativas agroalimentarias. En concreto, considera a estas empresas cruciales para reforzar el papel de los agricultores en la cadena alimentaria y pide a las instituciones, tanto europeas como estatales medidas concretas para su fomento. Además, indica que una vía para fomentar la sostenibilidad y las prácticas agrarias medioambientales es apoyar a las cooperativas, ya que de esta forma se generan economías de escala que permiten desarrollar proyectos para el conjunto de sus socias y socias.

El Informe considera que la bioeconomía es fundamental para el mantenimiento de las zonas rurales, y en este aspecto las cooperativas son claves para alcanzar la sostenibilidad económica, social y medioambiental y la diversificación de la actividad agraria, ya que los agricultores por sí solos tendrán más dificultades para lograrlo.

Por lo tanto el reconicmiento al papel crucial de estas empresas por parte de agricultores, cooperativas, ONGs, consumidores etc es fundamental y es un punto de anclaje para justificar medidas para las mismas en el nuevo mandato de la Comisión Europea.

Mención del Informe en las “Mission Letters” de los Comisarios

En toda propuesta de nuevos Comisarios la Presidenta de la Comisión Europea envía una Mission Letter a cada uno de ellos con lo que espera de ellos y las principales tareas que deben dedicarse en el mandato. En todas las cartas enviadas a todos los Comisarios, la Presidenta de la Comisión Europea pide que tengan en cuenta el Informe del Dialogo Estratégico para el futuro de la Agricultura Europea en todas sus propuestas. Esto es muy significativo (y positivo) porque insta a todos los comisarios a tener en cuenta el papel estratégico de la agricultura europea, su petición de presupuesto especifico, el papel de las cooperativas etc. en todas sus iniciativas.

Próximas etapas

El informe ha sido fruto de un arduo trabajo de más de 7 meses donde se retoman a nivel institucional conceptos obviados en Bruselas en los últimos años, como competitividad de la agricultura, su papel estratégico como proveedor de alimentos y la necesidad de mejorar la renta de los agricultores, así como el papel de la ganadería, siendo un documento acordado no sólo por las organizaciones agrarias sino por ONGs y consumidores.

Este documento deberá ser la base de trabajo para la Comisión Europea durante este mandato, y será tenido en cuenta de forma prioritaria en la visión de la agricultura europea que Ursula von der Leyen se comprometió a presentar a los 100 días de comenzar su mandato.

El documento de orientaciones debe ser tenido en cuenta por la Comisión Europea y los Estados Miembros, sobre todo en dos propuestas cruciales para el sector agrario que se realizarán en 2025: las perspectivas financieras post 2027 (acuerdo que requiere unanimidad de los Estados Miembros), y la reforma de la PAC. Será ahí cuando se verá si la agricultura es una prioridad para las instituciones tanto europeas como para los Estados miembros.

Este artículo aparece publicado en la Revista de Cooperativas Agro-alimentarias nº63 (julio-septiembre 2024).

 

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