- Poniendo el acento en las actuaciones que algunas de nuestras cooperativas realizan para reducir cada vez más el desperdicio de alimentos y aprovechar los subproductos o los residuos para la obtención de otros transformados.
Hoy viernes 29 de septiembre se celebra por cuarta vez el Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos (IDAFLW, por sus siglas en inglés), designado por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Este año, el objetivo principal es hacer un llamamiento a las entidades públicas y privadas para que actúen con el fin de reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos en aras de la transformación de los sistemas agroalimentarios y contribuir al cumplimento de la Agenda 2030.
La reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos debe ser un elemento fundamental de la transformación hacia sistemas agroalimentarios más eficientes, inclusivos, sostenibles y resilientes para conseguir una mejor producción y un mejor medio ambiente.
Por otra parte, esto puede producir resultados beneficiosos en cuanto al logro de distintos Objetivos de Desarrollo Sostenible, en particular las metas relativas a la nutrición, al tiempo que contribuye a la sostenibilidad ambiental. El objetivo es crear conciencia sobre la importancia del problema y sus posibles soluciones a todos los niveles, y promover la acción colectiva para alcanzar la Meta 12.3 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que pretende reducir a la mitad el desperdicio mundial de alimentos per cápita a nivel minorista y de consumo para 2030, así como reducir las pérdidas de alimentos a lo largo de las cadenas de producción y suministro de alimentos.
La Comisión Europea se une a la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en este llamamiento mundial a la acción. La reducción del desperdicio de alimentos es una parte integral de la estrategia «de la granja a la mesa» de la UE, que aboga por un sistema alimentario justo, saludable y respetuoso con el medio ambiente. Para acelerar el progreso de la UE hacia este objetivo, la Comisión propuso que, de aquí a 2030, los Estados miembros reduzcan el desperdicio de alimentos en un 10 %, en la transformación y la fabricación, y en un 30 % (per cápita), conjuntamente en el comercio minorista, los restaurantes, los servicios de restauración y los hogares.
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