30/04/2024 |Proyectos Europeos, Sostenibilidad, Calidad e Innovación

El cultivo de la camelina y la carinata impulsan la diversificación sostenible en varias zonas de España

  • En los últimos años se han realizado varios ensayos. La jornada celebrada en el Grupo Alcamancha sirvió para analizar experiencias y resultados, dentro de los proyectos europeos 4CE-MED y CARINA. 

Hace unas semanas el Grupo Alcamancha acogió el evento final del proyecto 4CE-MED en España. En Carrascosa del Campo (Cuenca) los cerca de 40 asistentes, entre socios agricultores y colaboradores de las cooperativas asociadas al Grupo Alcamancha, pudieron conocer los resultados del cultivo de la camelina y las principales conclusiones del proyecto CARINA en nuestro país.

La agricultura de conservación se ha ido desarrollando poco a poco en esta zona de Cuenca, gracias en parte al ecorrégimen de siembra directa en tierras arables, en línea con el objetivo promovido por el proyecto europeo 4CE-MED. Para la próxima campaña, son ya varios los agricultores de la zona que se han interesado por semilla de carinata, ahora que ya se ha probado la camelina.

David Domínguez, técnico del Grupo Alcamancha, fue el encargado de presentar las conclusiones de los tres años de ensayos en España sobre el cultivo de camelina, resaltando que las condiciones meteorológicas adversas de las campañas 2021-2022 y 2022–2023 han marcado los resultados productivos. "Los rendimientos en microparcelas de ensayo han sido muy bajos en comparación con los obtenidos en campos de agricultores socios de la cooperativa" destacó David Dominguez, para quien los parámetros con mayor influencia en el cultivo han sido las condiciones climáticas del año y la fecha de siembra. Así, puede decirse que:

  • La siembra temprana de camelina ha favorecido la emergencia y establecimiento del cultivo.
  • La siembra tardía ha dado lugar a un peor establecimiento del cultivo y ha provocado una mayor aparición de malas hierbas.
  • El no laboreo ha favorecido la presencia de malas hierbas en el cultivo, en comparación con el mínimo laboreo.
  • Los parámetros productivos (rendimiento y contenido en aceite) han sido mejores en la siembra temprana, tanto por condiciones climáticas como por longitud del ciclo. La altura final del cultivo y el peso de mil semillas también han sido mayores.

A continuación, Esteban Esquinas, técnico de Cooperativas Agro-alimentarias de Castilla-La Mancha, se refirió a las experiencias en esta región sobre el cultivo de carinata dentro del proyecto europeo CARINA.

La camelina y la carinata son especies oleaginosas de interés para la agricultura de secano, ya que presentan mayor resistencia a la sequía y un comportamiento agronómico superior al de otras especies oleaginosas más extendidas, como pueda ser la colza (Brassica napus), con menores requerimientos hídricos y fertilizantes.

En zonas húmedas o de regadío, existe la posibilidad de doble cosecha, ya que su ciclo más corto le permite producir una considerable cantidad de biomasa, utilizada para la producción de energía.

Son una buena alternativa para los cultivos de invierno, ya que se integra bien en rotaciones, resultando más beneficiosa que hacer un barbecho y, como otras oleaginosas, mejora las producciones de cultivos posteriores de cereal. En una rotación cerealista permite la reducción del uso de fertilizantes y fitosanitarios.

Son una alternativa válida para cumplir los requisitos de la nueva PAC, incluso para implantar barbechos de biodiversidad y sus producciones tienen múltiples aptitudes, tanto en el sector alimentario animal, como en el energético, así como en el desarrollo de otros nuevos productos de síntesis bioquímica: biocombustibles, bioplásticos, bioherbicidas y bioestimulantes.

Camelina y carinata: usos y aplicaciones

El grano de camelina contiene aproximadamente un 42 % de grasa total y un 25 % de proteína, lo que permite la obtención de aceite y harina de camelina, de gran valor en el mercado industrial y de alimentación animal. Pero sobre todo, cabe destacar su potencialidad como precursor de biocombustibles, hecho fundamental para la reducción del uso de combustibles fósiles y para alcanzar un balance neutro de generación de CO2.

Su aceite vegetal se puede emplear en la producción de biocombustibles para el sector automoción (biodiesel) como aviación (bioqueroseno). Estudios llevados a cabo en Estados Unidos apuntan a que la elaboración de biodiesel y bioqueroseno para aviación a partir de su semilla puede conseguir una reducción de emisiones de CO2 superior al 80%.

En cuanto a la carinata, sus usos y aplicaciones son similares a la camelina. Además, la planta presenta compuestos con cierto carácter herbicida e insecticida, tanto en la parte aérea como en la radicular.

Sobre 4CE-MED

El Proyecto 4CE-MED (Camelina: un cultivo de cobertura rentable que mejora la conservación del agua y el suelo en los sistemas de secano mediterráneos), financiado dentro del programa PRIMA (Horizonte 2020), que finaliza este mes de junio, ha tenido por objeto identificar los obstáculos socioeconómicos y técnicos, así como las oportunidades para la adopción de la agricultura de conservación en la cuenca mediterránea. Para ello, además de la puesta en marcha de plataformas locales, se ha ensayado en condiciones reales la camelina como cultivo de cobertura comercial, adoptando sistemas eficaces de doble cultivo adecuados a las diferentes condiciones ambientales. De esta forma se ha conseguido disminuir la erosión del suelo, aumentar la disponibilidad de materia orgánica y agua, diversificar la rotación de cultivos y garantizar el beneficio económico a corto plazo para los agricultores.

En concreto, en España, el proyecto ha introducido la camelina en las rotaciones de las zonas poco productivas, especialmente secanos áridos y semiáridos (por debajo de 3.000 kg/ha) en la cuenca Mediterránea, proporcionando alternativas a los agricultores. En 4CE-MED participan 11 socios de 7 países y el proyecto está liderado por la Universidad de Bolonia (UNIBO).

Sobre CARINA

El proyecto CARINA, financiado por la Unión Europea a través del programa Horizonte Europa, se centra en los dos nuevos cultivos de semillas oleaginosas, carinata y camelina, que se caracterizan por su capacidad para proporcionar múltiples materias primas de bajo iLUC (Cambio Indirecto del Uso de la Tierra) para la bioeconomía. En este proyecto se evalua, a partir de su transformación, su idoneidad para la obtención de productos innovadores de base biológica (bioherbicidas, bioplásticos, bioestimulantes, etc.).

Por otra parte, el equipo de socios del proyecto quiere valorizar el coproducto de su producción: una torta rica en proteínas como alimento para animales, junto a multitud de productos de alto valor añadido, aprovechando los mucílagos y glucosinolatos que contiene.

El proyecto iniciado en noviembre de 2022 y liderado por Alma Mater Studiorum-Universidad de Bolonia, tiene una duración de cuatro años y cuenta con la participación de 19 socios de 13 países distintos, entre ellos, Cooperativas Agro-alimentarias de España.