Para conocer las experiencias en Agricultura de Carbono que están llevando a cabo las cooperativas, participaron en el seminario Rosa García de Oleoestepa, Sergio Menéndez de Grupo AN, Francisco Dugo de COESAGRO, Sabela Oca de CLUN y José Antonio Rísquez de COVAP. Rosa García comentó los resultados que ha obtenido Oleoestepa con la utilización de cubiertas vegetales, que no solo supone captación de carbono orgánico sino también evita la perdida de agua y mejora el suelo, protegiéndolo de la erosión. El Grupo AN trabaja para caprovecharr el digestato de su planta de biogas y los subproductos de su planta avícola y reutilizarlos como fertilizante orgánico. Tal y como señaló Sergio Menéndez han logrado unos fertilizantes de alto valor que ya aplican en cereales y legumbres y también los han probado en algunos cultivos hortícolas. Francisco Dugo de COESAGRO destacó que la siembra directa que realizan en las explotaciones de sus socios les ha permitido ahorrar en el laboreo.
Las experiencias en ganadería vinieron de la mano de Sabela Oca de CLUN que explicó los proyectos llevados a cabo en medición de huella de carbono desde la explotación al consumidor y la comparativa que han realizado entre la leche convencional y la leche UNICLA, obtenida de vacas a las que se les da un pienso personalizado, más digerible, con el que se obtiene menos grasas saturadas y una reducción del 20% en la huella de carbono. Por último, José Antonio Rísquez de COVAP expuso el proyecto que llevan a cabo para poner en valor la sostenibilidad del vacuno, y como han monitorizado el impacto de la huella de carbono en 20 granjas. Esperan que la estrategia de bajo impacto de carbono se traduzca en créditos de carbono que compense los esfuerzos de los ganaderos, que ya han conseguido una reducción de carbono del 15-20% por tonelada.
Cooperativas Agro-alimentarias y el proyecto europeo SOILGUARD organizaron el 2 de marzo una jornada online sobre “Carbon Farming y Cooperativas”, con el objetivo de compartir información actualizada sobre la agricultura de carbono, prioridad que se ha marcado Francia durante la presidencia de la UE.
Gabriel Trenzado, coordinador de los servicios técnicos de Cooperativas Agro-alimentarias destacó en la inauguración que la agricultura de carbono resulta muy interesante porque los agricultores pueden incorporar nuevas prácticas de cultivo, de forma voluntaria y recibiendo un pago adicional por ellas. Además, señaló que las cooperativas pueden tener un papel fundamental, acelerando la introducción de buenas prácticas, ayudando a despejar las barreras y siendo capaces de monitorizar e incluso certificar el secuestro de carbono haciendo uso de las economías de escala y de sus servicios técnicos.
A continuación, Irene de Tovar experta en política de desarrollo medioambiental, cambio climático y sostenibilidad del COPA-COGECA enumeró los problemas asociados a la captura de carbono entre ellas destacó la carga financiera, el coste de implementación, la incertidumbre sobre la remuneración que se va a obtener, los obstáculos regulatorios, los sistemas de medición, notificación y verificación, así como la información sobre cómo capturar el carbono y cómo se va a trasladar ese beneficio a la sociedad. Durante su intervención comentó que realizar la captura de carbono sin las cooperativas será más complejo y costoso y, destacó el papel que pueden tener las cooperativas en el acceso al mercado de los créditos de carbono por su capacidad de negociación.
Tras las experiencias cooperativas los asistentes pudieron conocer de primera mano el proyecto SOILGUARD en el que participa Cooperativas Agro-alimentarias de España junto otros 24 socios de 17 países. Su objetivo como señalaron Ana Gladys Ramírez y Cristina Yacoub es lograr una gestión sostenible del suelo para conservar la biodiversidad y el bienestar ambiental, económico y social. Durante la celebración de la jornada se organizó una encuesta para conocer la motivación de los asistentes para introducir cambios en las prácticas del suelo y cuáles son los factores que priman.
PONENCIA: Proyecto Soilguard
Para conocer cómo podrían los agricultores y ganaderos beneficiarse, cómo funciona el mercado de los créditos de carbono o qué certificados son necesarios, invitamos a participar en la jornada a tres empresas. En primer lugar, Juan Palomares de Trinity Natural Capital Markets, explicó cómo funciona su herramienta que obtiene información satelital y calcula las emisiones relacionadas con el consumo. Respecto a si los agricultores pueden ganar dinero señaló que, en Estados Unidos, 1 crédito equivale a 1 tonelada de C02 y que en algunos casos están obteniendo hasta 100 €/hc.
A continuación, Ana Nogales de Agoro Carbon Alliance, una iniciativa de YARA, confirmó que España es un mercado muy importante para el desarrollo de su estrategia. Nogales afirmó que la descarbonización de la agricultura debe hacerse con los agricultores, las empresas privadas y también las entidades públicas. En cuanto a las certificaciones destacó que deben ser globales y de calidad, porque los créditos de carbono se van a vender certificados y esos tendrán mejor precio y darán más garantías al agricultor, por eso es importante que la Comisión Europea regularice el mercado de carbono.
Por último, Tzutzuy Ramírez de BASF presentó el programa Global Carbon Farming, que combina tecnologías para maximizar la reducción de emisiones. Destacó que existe un gran potencial en el secuestro de carbono, que se va a producir un boom en el mercado de carbono, y que ya hay muchas empresas ajenas al sector que están comprando créditos de carbono como multinacionales tecnológicas, aerolíneas o energéticas.
En la clausura participaron Ramón Armengol, presidente de la COGECA y Fernando Miranda, Secretario General de Agricultura y Alimentación del MAPA. Armengol destacó que la agricultura de carbono podría calmar las criticas que se lanzan contra el sector en relación a sus emisiones de gases de efecto invernadero. El presidente de la COGECA afirmó que las cooperativas pueden ayudar a calcular la capacidad de captación, negociar precios para los créditos de carbono, asegurar un origen entre productos agrícolas y créditos de carbono, así como la continuidad de un desarrollo sostenible del sector. Sin embargo, señaló que hay que ser prudentes en lo referente a los créditos de carbono, y no convertirse en un greenwashing de empresas que proclaman sus esfuerzos ambientales en campañas de marketing, mientras pone al sector agrícola en una situación peligrosa dónde sus esfuerzos medio ambientales no se vean reflejados en sus cuentas. Finalizó que la agricultura de captura de carbono es una oportunidad para mitigar el cambio climático, así como un ingreso extra, pero que no debemos olvidar que nuestra obligación es producir alimentos para cubrir las necesidades de la población.
Fernando Miranda señaló que España apuesta por incentivar prácticas agrícolas que permitan incrementar el secuestro de carbono por los suelos agrícolas. Así, en el Plan Estratégico nacional de la PAC se promueven medidas que van a contribuir a la mejora de los suelos y a luchar contra la erosión y la desertificación. El secretario general ha reiterado el apoyo de España a la iniciativa de la Comisión Europea de establecer un marco regulatorio que permita certificar la reducción de emisiones, una medida necesaria para estimular la adhesión por parte del sector agroalimentario a este tipo de proyectos, de manera que sea posible aprovechar su potencial tanto de reducir emisiones, como de incrementar el secuestro de carbono en suelos agrícolas y forestales.