Es necesario tomar medidas para frenar el fraude, garantizar un mercado justo y transparente y proteger la producción de miel y los beneficios de la apicultura española y europea.
Según la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF) y el Centro de Investigación Conjunta de la UE, el 46% de la miel importada a la Unión Europea no cumple la normativa comunitaria, lo que supone una amenaza directa para el sector apícola europeo. Las investigaciones de la OLAF confirman lo que apicultores y venían denunciando con anterioridad: el uso de jarabes de azúcar para adulterar la miel, así como el uso de aditivos y colorantes para enmascarar su origen geográfico y dificultar su trazabilidad. Estas malas prácticas no solo abaratan el producto, sino que también comprometen la calidad y la autenticidad de la miel en el mercado europeo.
En 2024, Europa importó más de 300 millones de kilos de miel, un 6% más que el año anterior. Entre estas importaciones destaca el caso de Ucrania que, al amparo del Acuerdo comercial, exportó 58 millones de kilos, un 30% más que en 2023, a un precio medio de tan solo 1,75 €/kg. Esta apuesta por mieles de bajo coste ha generado grandes dudas sobre su autenticidad y ha afectado gravemente a las mieles europeas.
Mientras las importaciones crecen, las apicultoras y apicultores europeos se enfrentan a retrasos en la venta de su producción, con una parte importante de la miel todavía almacenada. Además, el aumento de los costes de producción hace que sea imposible competir en precio con las “mieles” importadas.
El sector apícola europeo no solo es crucial para la economía, sino también para la protección del medio ambiente. Las abejas desempeñan un papel esencial en la polinización de cultivos y ecosistemas. Sin embargo, la falta de medidas para frenar el fraude y proteger el mercado está poniendo en riesgo tanto la sostenibilidad de las explotaciones apícolas como los beneficios agroambientales que estas ofrecen.
Ante esta situación, las cooperativas apícolas consideran urgente que las instituciones europeas y estatales actúen de inmediato. Para ello solicitan que se acelere al máximo el reconocimiento y validación de métodos de detección de adulteración de mieles, que se incrementen los controles analíticos en frontera y se asegure una mayor trazabilidad de las mieles. Para Cooperativas Agro-alimentarias de España sin estas herramientas y controles no se podrá controlar el fraude en este sector y la competencia desleal que supone la miel fraudulenta en el mercado europeo.
Revisar los acuerdos comerciales, como el firmado entre la UE y MERCOSUR, que contempla la liberalización de 45 millones de kilos de miel. Este tipo de medidas desestabilizan aún más el mercado y deberían reconsiderarse, incluyendo la posibilidad de excluir la miel de dichos acuerdos.
Tal y como ha destacado el presidente del sector, Jose Antonio Babiano, “es necesario frenar el fraude y garantizar un mercado justo y transparente, no podemos permitir que la miel fraudulenta siga desestabilizando a un sector tan vital para nuestra economía y nuestro medio ambiente. Es el momento de actuar, y así se lo trasladaremos al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en la reunión que ha convocado el próximo 10 de febrero.” En función de los resultados y compromisos que se obtengan de esta reunión y de otras pendientes, Cooperativas Agro-alimentarias de España se planteará reforzar y convocar nuevas concentraciones o movilizaciones.