04/07/2024 |Jóvenes

Óscar de Íscar: 'Tenemos que pasar de la cantera al primer equipo'

Óscar de Íscar es el nuevo presidente del Grupo de Trabajo de Jóvenes Cooperativistas, formado por agricultores y ganaderos jóvenes de la mayoría de las federaciones regionales. Este joven vallisoletano, representante de los jóvenes de URCACYL y socio viticultor de Bodega Cuatro Rayas, nos cuenta en esta entrevista lo que supone para él ser el representante de los jóvenes cooperativistas de nuestro país, qué líneas de actuación son necesarias para tratar de impulsar y dinamizar el relevo generacional en las cooperativas, y qué iniciativas de las que ya se están impulsando en algunos territorios pueden favorecer la implicación de las personas jóvenes.

¿Qué supone, a nivel personal y profesional, ser el representante de los jóvenes cooperativistas?

Supone una responsabilidad, una oportunidad y un reto. Provengo de la comunidad autónoma más despoblada, más envejecida y con menor natalidad de toda España y por ello está en juego la supervivencia de muchos pueblos y de muchas cooperativas que al cabo de unos años desaparecerán por falta de socios.

Creo que es momento de dar un paso adelante y buscar soluciones al problema del relevo tratando de cohesionarnos más como grupo de trabajo y que eso derive en un análisis más profundo de los problemas que nos atañen y de las posibles soluciones que podamos hacer o llegar a nuestros representantes en el consejo rector nacional.

¿Qué líneas de actuación del Grupo de Trabajo que ahora presides destacarías para tratar de impulsar y dinamizar el relevo generacional en las cooperativas?

En primer lugar, la formación. Creo que es muy importante que conozcamos cómo funciona el sector agroalimentario y el cooperativismo en España. Conociéndolo desde dentro es la forma de poder aportar un trabajo más preciso que pueda animar a participar a los jóvenes del mundo cooperativo. También es clave estar bien formados para poder dirigir nuestras cooperativas con una visión más global y que ello se transforme en un mayor valor añadido que garantice la viabilidad.

En segundo lugar, la comunicación. Es la gran olvidada en todo el sector, no sólo en el cooperativismo. Tenemos que ser capaces de saber comunicar y vender los buenísimos productos que producimos e, internamente, llegar a todos los socios cooperativistas para que se sientan partícipes de esta unión que nos hace mucho más fuertes de lo que pensamos.

Por último, impulsar la llegada de personas jóvenes a los puestos de mayor responsabilidad de nuestras cooperativas y federaciones autonómicas. Tenemos que pasar de “la cantera al primer equipo”. Debemos ser conscientes de que en los jóvenes está el futuro y que somos a quienes más nos afectan las decisiones que hoy se tomen; por ello pedimos que se tengan en cuenta nuestras demandas.

Parece necesario trabajar desde dos ángulos. Por un lado, que los Consejos Rectores de las cooperativas se esfuercen por incorporar jóvenes a este tipo de órganos, y, por otro, animar a las y los jóvenes a implicarse ¿cómo conseguir este doble objetivo?

Es un tema complejo. Para que los jóvenes decidan seguir en el sector agroalimentario y además ser cooperativistas, es necesario llevar a cabo un trabajo en el que debemos dirigirnos a los padres, me explico: ¿cuántos padres animan a sus hijos a estudiar, a formarse lejos de casa en temas que poco tienen que ver con sus negocios y que no los hacen partícipes de las cooperativas, que son empresas de las que son propietarios? Cuánto mejoraríamos si desde pequeños esa formación se orientara hacia la dirección de las explotaciones agroalimentarias y de las cooperativas, unido al fomento sentimiento de pertenencia. Es muy frustrante ver cómo las empresas mercantiles sí son capaces de captar ese talento y ponerlo a su servicio.

En este sentido, es muy importante para convencer a los padres el hecho de que estos vean un beneficio económico suficiente para sus hijos y ahí es donde entran en juego las cooperativas, de cuyo destino somos dueños los propios cooperativistas y que, cuanto mejor gestionadas estén y cuanto más unidos estén sus socios, contarán con una mayor rentabilidad.

En cuanto a la primera parte de la pregunta, para que haya relevo en los consejos, lo primordial es que el propio consejo rector trabaje en la cantera. Es imprescindible un buen plan estratégico, que pueda ir formando a los hijos de los socios y acercándolos a la cooperativa y, en ese proceso, se deben trabajar las inquietudes, trabajar la formación, el conocimiento preciso de la cooperativa y el sector en el que opera, para así cuando los jóvenes lleguen a los consejos, estén preparados para la toma de decisiones. Tampoco hay que olvidar que los jóvenes tenemos que dar un paso adelante, tirar la puerta abajo y presentarnos a las elecciones a consejo rector, implicándonos y esforzándonos en mejorar la gestión de nuestras cooperativas.

Si pensamos en positivo -según el último Observatorio del Cooperativismo Agroalimentario Español, en los últimos años se observa un ligero incremento del peso de los jóvenes en nuestras cooperativas- ¿qué iniciativas de las que ya se están impulsando en algunos territorios y cooperativas pueden favorecer la implicación de jóvenes?

Es muy positiva la creación de grupos de trabajo o comisiones de jóvenes dentro de las cooperativas, ese acercamiento del cooperativismo a los jóvenes debemos fomentarlo e impulsarlo. Pero estos grupos deben ser útiles, deberían estar conectados al consejo rector como órgano asesor; así, al dar funciones reales, hacemos que se incremente el interés por parte de los jóvenes, que pueden ver satisfechas sus demandas. 

Y, por último, hablemos de viticultura. En mayo has podido participar en el Foro Joven del Foro Mundial de Cooperativas Vitivinícolas, celebrado en Galicia, ¿qué estrategias innovadoras pueden asegurar la continuidad y sostenibilidad de la viticultura?

Ha sido muy interesante y enriquecedor poder compartir experiencias con cooperativistas de todo el mundo que, unidos por el vino, nos juntamos en Galicia procedentes de Chile, Argentina, Brasil, Uruguay, Italia o España.

El FMCV es una asociación que trata de unirnos, de cooperar - que es la base de la palabra cooperativa-, para trabajar y facilitar la apertura de nuevos mercados que mejoren las ventas de nuestros vinos y que deriven en una mejor rentabilidad para nuestros socios. Otro gran objetivo es hacer lobby en el sector vitivinícola para defender nuestros intereses ante las distintas administraciones a todos los niveles y que las cooperativas encuentren ayuda y apoyo en temas de comercio internacional.

Allí, paralelamente se celebra el foro joven, donde los jóvenes de las cooperativas participantes buscamos cómo fomentar el relevo, mostramos nuestras inquietudes y buscamos soluciones a nuestros problemas, presentando las conclusiones al final del foro a los presidentes allí reunidos. Una de las ideas que sacamos es que las cooperativas tenemos un enorme capital humano detrás y que este es una gran fortaleza que debemos fomentar y potenciar, afianzando los lazos que nos unen por medio de la comunicación tanto interna como externa y de la formación continua.

Breve biografía

El nuevo presidente de los Jóvenes Cooperativistas nació en 1989 en Serrada (Valladolid) en el seno de una familia de viticultores vinculados a la cooperativa de La Seca desde hace 4 generaciones, perteneciendo desde los primeros años de Agrícola Castellana, hoy Bodega Cuatro Rayas.

Óscar está al frente de la explotación familiar gestionando 55 hectáreas de viñedo en la DO Rueda y 15 de cereal de secano. Es ingeniero químico industrial por la Universidad de Valladolid y Máster en Dirección y Gestión de Bodegas por la Cámara de Comercio de Valladolid.

En Bodega Cuatro Rayas desempeña el cargo de tesorero del Consejo Rector y es miembro activo de la 'Comisión Cuatro Rayas Envero’, cuyo objetivo es ayudar a la formación e incentivar el interés de los jóvenes por el sector cooperativista agroalimentario.

Bodega Cuatro Rayas cristaliza su interés por el relevo generacional dando un espacio tanto a los cooperativistas más jóvenes como a los hijos e hijas de los socios titulares para que tomen un papel más activo en el día a día de la bodega y asuman su responsabilidad sobre el futuro de esta.

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